Redefinir la proteína
Coma más legumbres. Los estadounidenses consumen un promedio de 250 gramos de carne por persona al día, lo que representa un tercio de los gastos en comida. (31) Consuma legumbres como judías, habichuelas o garbanzos un par de veces a la semana y ahorrará cientos de euros a lo largo del año. Además, las legumbres contienen mucha fibra, vitaminas B, minerales y proteína. (32)
Una excepción son los pescados ricos en omega-3, incluidos los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, que son beneficiosos para la salud del corazón, el cerebro y los ojos. Muchos alimentos están enriquecidos con EPA y DHA. Lea las etiquetas y busque las ofertas. (7-28)
Procesado = caro
Los productos procesados no son tan baratos como parecen. La próxima vez que vaya al supermercado, compara los precios. Verá que un kilo de patatas en la sección de frutas y verduras es más económico que un kilo de patatas congeladas. Una bolsa pequeña de patatas fritas parece barata, pero calcule el precio por kilo y súmelo al precio de un filete. En Estados Unidos, se consumen alrededor de 680 millones de kilos de patatas fritas al año. Sustitúyalas por las naranjas y notará el ahorro tan solo en aperitivos. Si se trata de verduras, procure elegir también las que no estén envasadas. Por ejemplo, una lechuga es menos cara que una bolsa de ensalada ya preparada. (29,30)
10 consejos baratos y rápidos
Siga estos prácticos y eficaces consejos para ahorrar tiempo y dinero, y puede que reduzca sus gastos anuales en comida lo suficiente como para tomarse unas vacaciones.
- Compre productos más económicos. Las manzanas, las naranjas, los plátanos, las zanahorias, las coles y las cebollas suelen tener un buen precio todo el año. Utilice otros alimentos más caros como el mango, la rúcula o la papaya para aderezar algún plato de vez en cuando.
- Compre a granel. La harina de avena, el arroz, los frutos secos, el té, las frutas secas, las especias y los condimentos, el azúcar y muchos otros productos secos se pueden comprar a granel en supermercados, tiendas naturistas, tiendas de descuento y cooperativas de alimentos. De este modo se lleva la cantidad exacta que necesita y reduce gastos.
- Compre alimentos de temporada. Una cesta de frambuesas puede llegar a costar hasta cuatro veces más en marzo que en julio. También puede congelar las que le sobren en verano para comerlas en invierno.
- Piense en la cantidad. Prepare raciones más grandes de sofritos, guisos, sopas o pollo asado y congélelos en recipientes individuales para tenerlos siempre listos cuando lo necesite. Congele porciones de salsas básicas, como las salsas de tomate o las salsas con crema baja en grasa. Estas se pueden descongelar y sazonar para preparar comidas rápidas.
- Cultive sus propios alimentos. Si dispone del espacio y el tiempo, no hay nada más fresco y más gratificante que ir a buscar las lechugas, las zanahorias, el maíz u otras verduras directamente a la huerta. Es más probable que consuma más estos productos (y también los niños) si los cultiva usted mismo.
- Visite mercados de agricultores. Las frutas y verduras locales a menudo son más económicas y más frescas que las que se compran en el supermercado.
- Lleve comida. Meta en su bolso, maletín, guantera, bolso para pañales o cajón del escritorio queso bajo en grasa, mantequilla de cacahuete, pan integral, naranjas, manzanas, palitos de zanahorias, cajas de leche enriquecida con omega-3 y otros alimentos nutritivos y económicos para no sentirse tentado por la comida rápida de las máquinas expendedoras o los autoservicios.
- ¿Qué es lo que va a comer realmente? Examine detenidamente sus restos de comida. Si compra piña o melocotones frescos, pero tira más de lo que come, opte mejor por la fruta enlatada (en su propio jugo), ya que esta puede durar más tiempo en el armario. El zumo de limón envasado puede resultar más rentable que el fresco si acostumbra a tener que tirar los limones mohosos a la basura.
- Coma en casa. Actualmente gastamos el 44 % del dinero que destinamos a comer en restaurantes, donde los platos tienen más calorías, grasas, grasas saturadas, colesterol, sal y/o azúcar, y cuestan mucho más que la comida hecha en casa. (33)
- Conserve los alimentos correctamente. Guarde los vegetales como los pimientos, el brócoli, las zanahorias, la coliflor, las cebolletas y la lechuga en el cajón para verduras del frigorífico. Las alcachofas, los espárragos, las coles de Bruselas, el maíz y los champiñones deben ponerse en el refrigerador, no en el cajón de las verduras.
¡Disfrute de sus vacaciones!
Si tuviera la oportunidad de ahorrar impuestos este año, probablemente no la dejaría pasar. Lo mismo puede hacer con sus gastos anuales en comida, incluso comprando productos nutritivos. Los beneficios para su salud y su línea se traducirán también en menos gastos médicos. ¡Así tendrá más dinero y energía para disfrutar de esas vacaciones!